domingo, 22 de abril de 2012

El poeta sin rostro

En soledad el poeta sin rostro dejo volar su inspiración con destino incierto
Un marlvoro en su mano derecha auxiliaba el deseo de correr tras aquella musa que rasgo su centro con un solo suspiro
Sirvió un vaso de whisky y se sentó frente al espejo buscando en su semblante el albor de sus ojos sofocados
Inevitablemente vencido por su locura decidió destruir el insoportable reflejo que lo atormentaba
Se levanto de su silla de roble, tomo un último trago y dejo caer el vaso
Camino hacia su habitación y abrió un baúl bañado de recuerdos, intento hallar alguna medicina para soñar perpetuamente, pero de repente una brisa helada congelo sus manos y cayo de espaldas
Considero dejar caer una lagrima, y al darse cuenta de que ya no podía hacerlo desde que aquellos cabellos color azabache habían enredado su corazón, se alzo y grito en silencio
Agotado y errante se recostó en su vieja cama, escribió una carta de amor, y con su ultimo aliento rogó que algún ángel oscuro lo llevara lejos de ahí
Para poder olvidar aquella musa de cabellos color azabache.

f.j.m

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